Artículo 2: La educación y la importancia de conocer los temperamentos.

La educación y los temperamentos.

Introducción 
Algunas de estas líneas quieren dar argumentos para reflexionar,  están dedicadas a los jóvenes maestros o padres, para que  se concienticen de la importancia de la educación de los niños y jóvenes, y sepan el gran y delicado peso de la responsabilidad que recae sobre ellos. Y es interesante comprobar cómo muchos maestros se dedican con gran esfuerzo en aprender  algunos temas disciplinarios o en el caso de los padres de familia un oficio o profesión, sirviéndose de la experiencia y estudios de otros. Y  cuando llega el momento de educar no solo en lo intelectual sino en la formación integral que incluye el “ser persona”, se permiten improvisar o actuar según la inclinación de momento, esto es ALARMANTE ya que la influencia de la educación va a repercutir en toda la vida. Comprobamos día a día los frutos de una terrible educación que no está formando a los niños ni jóvenes. No nos hagamos ilusiones, estos jóvenes en adelante serán esclavos de sus malas inclinaciones, dependientes de los slogans y de las modas, quedando a merced de doctrinas que juegan con las masas y sus conciencias, quedando alejados del camino de la verdad y el servicio al bien de la sociedad para formar una sociedad justa.


LO QUE ES LA EDUCACIÓN
Platón definía la educación como “el arte de dar al cuerpo y al alma la belleza y la perfección de las cuales son capaces”,
y esta definición queda más clara con lo que decía el Crisóstomo “lo digo con mi convicción más profunda, esto importa sin ninguna duda, a todo pintor, a todo escultor, a todo artista de diferente condición, el EDUCADOR  es aquel que se sabe modelar a los jóvenes”. Siguiendo esta lógica los maestros y padres son los escultores del ser de sus educandos o hijos, y para realizarla lo mejor posible, deben conocer el material que tienen entre las manos, y por otra parte deben tener delante de los ojos los modelos a imitar. Estamos en ahora por definir que es la educación. EDUCAR o enseñar al hombre, es ayudar a sacar de él mismo (educere) lo que está en germen, dormido y también a ayudar a crecer, a elevarse (elever, en francés es interesante ver como este verbo significa también educar) en cuerpo y alma, en todo su ser.



LO QUE NO ES LA EDUCACIÓN


Ahora, aclaremos lo que no es la educación, pues no solo es transmitir conocimientos para formar la inteligencia, sino que tiene que formar también en valores y costumbres. Y solamente las palabras y discursos no sirven para educar, pues muchas veces “se la lleva el viento”, debe estar presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes “las palabras conmueven pero el ejemplo arrasa. Aclaremos esto por medio de una alegoría, “un pastor de ovejas que llevaba todos las días su rebaño a pastar, fue hecho prisionero. Él alegaba diciendo que era una injusticia, alguien lo habia calumniado. Entonces el juez le dice, estás condenado a prisión o a pagar daños y perjuicios. Pero, por qué, dice el arrestado. Entonces le juez le dice: “aquí está la prueba: mientras tú te divertías en jugar y en cantar, o bien cuando dormias tranquilamente, tus ovejas rompieron el cerco, entraron a varios jardines y destrozaron todo. Esas criaturas no tienen un criterio formado, ellas no son responsables, era tú quien debia cuidarlas; pagarás por los estragos que han causado. Mientras que te la pasate haciendo , disque obras buenas, las cabras entraron en un viñedo e hicieron un inmenso desastre. Estos seres no tienen discernimientop, eras tú quien debías cuidar, alimentar y manejar con destreza el cayado. Y en consecuencia sufrirás el dolor del mal que han hecho”. Este pobre aldeano debió rendir cuentas del desastre que ocasionó su renaño en el jardín del vecino, y ustedes, maestros y maestras, padres y madres ¿no habrán de rendir cuentas de los estragos; no creen que serán responsables de los frutos de la mala educación que prodiguen?










LA EDUCACIÓN ES PARA FORMAR AL SER HUMANO Y CORREGIR SUS DEFECTOS

Educar a un niño es enseñarle los fines hacia los cuales debe tender (su perfección intelectual, moral y espiritual), ayudar a dominar sus instintos y dirigirlos por el uso de la razón al desarrollo de sus facultades, a combatir las pasiones malas y a desarrollar las buenas, a adquirir el dominio de sí, a orientar sus sentimientos. Es necesario tener un tutor pues el niño no está inclinado hacia la virtud; asi como un arbol, él puede torcerse. Quieras o no, el niño desde su nacimiento es egoísta, no cnonoce otra exigencia que la del propio yo, de donde viene la tendencia a referir todo a él, orienta todo hacia su egoísmo inconciente, que aumentaría y se desarrollaría si no se interviene. Contrariamente a lo que creía Rousseau, el niño no nace natulamente bueno, necesita de alguien que lo enderece.
                  LO QUE ES EL TEMPERAMENTO

El temperamento se refiere a las características naturales que tienen origen en la base genética o biológica y que determinan las respuestas primarias y afectivas, de atención y motoras del individuo en diversos momentos del actuar. El término proviene del latín temperamentum: ‘medida’. Es la manera natural con que un ser humano interactúa con el entorno. Por ejemplo, el temperamento puede afectar el humor y las emociones de los niños, cómo ellos enfrentan y reaccionan a las situaciones, su nivel de miedo, frustración, tristeza y molestia, etc. Estas respuestas también juegan un rol en las interacciones sociales y el funcionamiento social subsecuentes. Una predisposición temperamental se refiere a un perfil distintivo de sentimientos y comportamientos que se originan en la biología del niño y que aparecen temprano en el desarrollo. Ocupa también la habilidad para adaptarse, el estado de ánimo, la intensidad, el nivel de actividad, la accesibilidad, y la regularidad.

EL TEMPERAMENTO  TIENE QUE VER CON EL SISTEMA NERVIOSO
 El temperamento es la naturaleza general de la personalidad de un individuo,  y se basa en  las características del tipo de sistema nervioso. El temperamento está relacionado con la influencia endocrina (que se debe a los genes, y que se manifiesta en determinados rasgos físicos y psicológicos). Éste  y el carácter definen la personalidad del ser humano;  la diferente combinación e intensidad que éstos se manifiesten en sus diferentes áreas, nos hacen únicos entre cada uno de los seres humanos. En Psicología, se le llama temperamento a la parte de la personalidad cuyo origen se halla en la herencia genética. Por contraposición, se le llama carácter a la parte de la personalidad que se genera durante la vida de la persona, su experiencia y la cultura. En verdad, se puede decir que nacemos con un temperamento determinado,  una predisposición a rasgos característicos, pero estos están fuertemente condicionados por "el ambiente" (la experiencia vital de la persona, cual va modificando y permitiendo el desarrollo de la personalidad o habilidades para desenvolverse con herencia), de ahí que esta característica innata se pueda modificar gracias al carácter y por ende formar un dominio perfecto en esta parte de la personalidad.

HAY DIFERENTES TEMPERAMENTOS EN LOS SERES HUMANOS
La clasificación  de los temperamentos es un elemento de referencia, pues es evidente que éstos no existen en estado puro. Sin embargo este estudio permite un mejor reconocimiento de la naturaleza del niño y sus tendencias. Existen muchas clasificaciones, pero hemos escogido la de André Le Gall y la de Renné Le Senne, que tienen la ventaja de dar una visión más global de la psicología del niño.


LOS CRITERIOS que se utilizan son: 
La emotividad – racionalidad; la actividad – inactividad; y la primariedad – secundariedad. En los siguientes párrafos explicaré de que se trata cada uno.

1) La emotividad: todo suceso al cual asistimos, o sufrimos, produce en nosotros una conmoción psicológica más o menos fuerte, que se llama emoción.
Así el emotivo será el que  fácil y fuertemente es  conmovido (lo muestra con gritos, lágrimas; explota de alegría o entusiasmo cuando se le propone una salida agradable...) Es una característica de los sentimentales y los apasionados que les proporciona, a la vez, una cierta inconstancia, ligereza y una facilidad para la exteriorización.
En cambio, el racional será, al contrario más bien frío, difícil de conmover, menos demostrativo de sus sentimientos, más sosegado, interior y por consiguiente más solitario y  reservado. Se encuentra en él la seriedad, la estabilidad de humor, pero poco entusiasmo, poco esfuerzo; es una característica dominante de los flemáticos y de los sanguíneos.

2) La actividad: no hay que confundir actividad y agitación. La actividad en esta tendencia está en afrontar los obstáculos, en descubrir, en ir siempre más lejos, en emprender.
El activo, lejos de detener su acción frente a un acontecimiento contrario, redobla el ingenio y el valor. El obstáculo lo hace reaccionar, estimular su voluntad para llevar a cabo sus fines.
El inactivo, al contrario, será pronto desalentado por las dificultades, poco emprendedor, sin gran iniciativa. Muy pronto se lamenta.
3) Lo primario - lo secundario: frente a un acontecimiento hay una reacción inmediata en el primero. Se identifica con el acontecimiento, y cambia con la llegada de otro acontecimiento (Juan que ríe, Juan que llora). Su pena es pronto olvidada por la alegría que se le anuncia. Se encuentra en él la impulsividad, la irreflexión; por el contrario, tiene el espíritu de ubicuidad, de adaptación. El secundario, a la inversa, es más reflexivo, no reacciona enseguida, pero se mantendrá por mucho tiempo bajo el influjo de la misma impresión. Si un disgusto le ocurre lo revivirá durante mucho tiempo, una injusticia será largamente rumiada. La secundariedad es la madre de las grandes fidelidades, así como también de los rencores tenaces.


IMPORTANCIA DE CONOCER EL TEMPERAMENTO
Es importante conocer la naturaleza de los educandos bajo la forma de temperamento, ya que así la educación será la mas adecuada pues no se puede actuar con un temperamento amorfo, de la misma manera que con un apasionado. El temperamento de los niños moldea sus logros, en parte al formar las maneras en las que los niños se involucran y evocan respuestas de sus ambientes. Los niños interpretan de forma diferente sus experiencias ambientales dependiendo de su temperamento. Por ejemplo, los niños ansiosos e irritables tienden a percibir los eventos negativos como más amenazantes que los niños que tienen un nivel menor de emociones negativas.

Con un poco de psicología, los educadores sabrán descubrir los defectos y las cualidades de cada temperamento. Digamos ahora algunas palabras sobre cada uno de los temperamentos. Los desarrollos que damos se aplican. Digamos ahora algunas palabras sobre a cada uno de estos temperamentos. Y tengamos en cuenta que los desarrollos que damos se aplican a los adultos así como a los niños y están provistos de algunos consejos.





 
Bibliografía:

-Delagnea, Alain. La eduacción. 1998. Ed Reconquista.
-Castellani, leonardo. Psicología Humana. Recuperado de http://www.cuadernas.com.ar/miscelaneas/media/psicologaa-para-smash.doc 
-Bernstein, Douglas A. y Nietzel Michael T. 1980. INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA CLÍNICA Ed McGRAW-HILL DE MÉXICO, S. A

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