La tiranía
del dios Dinero
Por Mauricio Medina.
Pareciera que el dinero es solo un medio de
cambio de productos, el cual sustenta su credibilidad en el oro de las bóvedas
de los bancos centrales, mostrando ser ésta, una doctrina inofensiva y sin
grandes consecuencias.
Pero leyendo al filósofo Carlos Enrique Marx,
es interesante ver, como destruye esa idea y nos muestra una realidad velada
por las falsas posturas económico-liberales, que nos han sometido hasta
nuestros días, las cuales están promoviendo que el más fuerte pueda destruir a
más débil; según lo que él expone, El Dinero, en cuanto posee la
propiedad de comprarlo todo, en cuanto posee la propiedad de apropiarse todos
los objetos es el objeto por excelencia. La universalidad de su cualidad es la
omnipotencia de su esencia; vale, pues, como ser omnipotente. Pero lo que me
sirve de mediador para mi vida, me sirve de mediador también, para la existencia
con los otros hombres. Por ende a los otros hombres se les aplicaría el
principio que dice la canción colombiana OROPEL, “amigo dime cuanto tienes
cuanto vales” y eso sería para el otro un hombre.
Y desde esta perspectiva
el Dinero es una negación ontológica del
ser humano, puesto que lo que el hombre no tiene, aquel lo puede conseguir, es
como si se proyectara el propio ser en algo que no es su ser. Esto tiene como
consecuencia un extrañamiento de la esencia y sobretodo en la clase proletaria, pues aunque quiera algo,
si no tiene dinero no podría obrar y por tanto carecería de vocación y deseos.
El dinero hoy en día ya no es esa moneda respaldada por el oro (como